I
No quiero soñar con el contraste de tu piel entre mis manos
No quiero desear el encuentro sacrílego de nuestras bocas
No quiero recordar tu sexo mágico entre penumbras
Sólo quiero quedarme con tus lágrimas (que aún reverberan en mi mente) y así poder acariciarte con mis letras.
II
Y al fin me animé a sentarme a tu lado quedando cobijado por pieles y por tu seno generoso, te mordí el labio inferior mientras mis manos dibujaban el contorno de tu rostro. Mientras afuera el frío es amo y señor, adentro el calor de un hogar, alimentado a leña y caricias, me aletarga e induce al ensueño de la intimidad. No te amo, no me amás, es sólo pasión que se alimenta de sangre palpitante. Es sólo naufragar en voluptuosas aguas. Es sólo sexo. Es sólo un sueño. Nada más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario