Hallarnos es un pequeño milagro
Y en esa amalgama mágica nos crecen alas
Fundidos en sudor volamos dentro de esta jaula que parece
infinita
Revoloteando eléctricamente buscamos una salida con pocas
ganas de encontrarla
En ese derrotero la claridad nos sorprende y estallamos en
luz de ojos blancos
Cerramos nuestras alas y lentamente nos desvanecemos
Hasta que el tiempo y nuestros besos nos vuelvan a encontrar
Y tus manos tratarán de dibujar mis alas
Pero sólo garabatearán con sus uñas ríos de placer en mi
espalda
Los milagros, por más pequeños que sean, no se someten a
voluntades humanas.
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