En mi devenir entro en tu espacio
Y la luz se convierte en miel,
El viento en seda
Y el agua enmudece.
En tu derrotero las estrellas se opacan
Rindiéndose al fulgor de tus cabellos,
Tu frescura atraviesa todo, envolviendo mi realidad.
Te fijás en mí y decís: “No salgo con hombres casados” a lo
que respondo: “Yo no lo hago con chicas sin novio”. Nos reímos. Vos en tu
planeta y yo en otra galaxia.
Son encuentros cercanos del tipo imposible.