Como un cromatófago profano tu alma y bebo sus colores
Aspiro tu música tan dulce tan narcótica e implacablemente me embriago
Y con pies de árbol añejo arraigo en tu mente
Tratando de inocular tu corazón con mi savia
Y así alimentarnos mutuamente
Para siempre, como nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario