Como una gota de roció sobre el pétalo de una flor empiezo a recorrer tu cuerpo etéreo.
Tus delicados cabellos se enredan en mis toscos dedos. Ojos entrecerrados que dejan percibir una llama de roja pasión.
Invitación al desenfreno, boca y labios, divina ambrosía. Cedo y me pierdo en tu voluptuosidad latente afiebrado de deseo contenido.
Acariciando cada rincón de tu ser, buceo en la profundidad de tu sexo y emerjo saciado de amor y te contemplo, intangible, quimérica.
Eres un sueño.
Desolado despierto, abro los ojos y te tengo a mi lado, hermosa, radiante en los brazos de Morfeo. Sonrío aliviado.
Y como una gota de rocío sobre el pétalo de una flor empiezo a recorrer tu cuerpo etéreo…
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